domingo, 25 de diciembre de 2011

Adiós 2011, te definiría como agridulce

Hola a todos! siento haber tardado tanto en actualizar...simplemente mi vuelta a la realidad pucelana no ha sido como esperaba...

En Bolivia había muchísimo trabajo, la matoría de los comercios buscaban gente...y es inevitable que eso te haga tener una concepción un poco más optimista de lo que encontrarás al volver a España. Pero ¿qué pasa entonces? que te caes de bruces claro, la realidad no es tan bonita. 

En estos tres meses que llevo aquí buscando trabajo he aprendido un montón de cosas aunque no lo parezca. He sido inventarista en Leroy Merlín y he hecho un montón de tarjetas a nuevos clientes de Open Bank como yo misma. 

Cuando apenas me quedaba una semana en Bolivia una tragedia familiar me complicó tremendamente la estancia...por una parte me moría por quedarme pero por otra mucho mayor tenía que haber estado aquí. Creo que eso ha tenido mucho que ver con mi manera de mirar este año, que empezó y terminó de una manera demasiado trágica. Sé que es así como se aprende, que se crece posiblemente pero creo que yo he tenido demasiadas tragedias en mi vida, he crecido demasiado ya y no tengo ninguna gana de seguir haciéndolo. Por una parte me reporta una serie de cosas que la mayoría de personas de mi edad no tienen pero por otra sé que me he perdido un montón de cosas que ya no voy a poder recuperar, aunque realmente eso no sea culpa de nadie específico. 

¿Qué espero de 2012? Es triste pero después de estos tres meses empiezo a darme cuenta de que es poco probable que encuentre trabajo en Valladolid en general y de lo mío en particular. Esto hace que por una parte me muera por salir corriendo a ver un montón de sitios, conocer gente, desenvolverme sola, pero por otra me pregunte adónde voy ahora, cómo dar los pasos.

El año pasado decidí hacer el máster en parte por razones personales, en parte porque no me sentía preparada realmente para trabajar, necesita un poco más de tiempo, conocimiento, experiencia universitaria, no lo sé. Pero al volver de Bolivia lo tenía muy claro y lo sigo teniendo, es hora de empezar a formar parte.

En conclusión, a pesar de unos meses un poco duros tanto para mí como para las personas allegadas a mí y las que constamentemente me preguntan sí ya me han llamado de algún sitio, creo que en parte lo necesitaba. 2012 es otro número, es otra historia, un año que quiero mirar desde otro punto de vista.