jueves, 11 de julio de 2013

Ha muerto


Ha muerto. Son sólo dos palabras, dos palabras que cuando no son sobre nosotros o alguien que conozcamos no nos supone trabajo decirlas.

Las palabras son sólo eso, palabras, pero cuando pronuncias “ha muerto” es como si de repente un peso enorme se echara sobre tus hombros, por lo que empiezas a buscar sinónimos, a darlo a entender, a poner puntos suspensivos a tu vida.

Y quieres llorar. Lo primero de lo que te das cuenta entonces es de todas esas cosas que ya no podrás hacer con esa persona, de qué fue lo último que le dijiste, de cuándo fue la última vez que la viste. En ese momento piensas racionalmente, más o menos.

Después es cuando empieza el problema. No sabes cómo se supone que tienes que actuar, cómo debes mostrarte ante los demás. Porque ese primer momento lo es todo. Pero en ese momento quién menos sabe lo que sientes eres tú. Y entonces, cuando menos te lo esperas, porque ya no es el momento, llegan las lágrimas.


miércoles, 20 de febrero de 2013

Un lustro nada menos

El problema de vivir es que nunca (o al menos todas las veces que deberíamos) nos paramos a pensar en las cosas que hemos vivido mientras las vivíamos. Hoy ha sido un día bastante movido, bueno digamos que esta última semana debido a que hemos pasado más tiempo del deseado en el hospital...y eso ha sido lo que me ha hecho darme cuenta de que ya han pasado cinco años desde la última vez que estuve ingresada allí más de una noche por algo que parecía cabezonería mía y resultó ser cualquier cosa menos eso.

Creo que hay ciertas experiencias en tu vida que te marcan irremediablemente, aunque claro la gente se lo suele tomar con calma, a mí directamente me suelen arrollar como quien dice. Enero de 2008 fue una de esas experiencias puesto que supuso un punto y aparte en mi vida y aunque obviamente no me hubiera importado saltármelo por razones obvias, me aportó muchas más cosas que una cicatriz hipertrófica.

Pensar en los cinco años que han pasado desde ese momento me hace pensar irremediablemente en tantísimas otras cosas que también pasaron y de las que destacaría dos puntos y aparte más que me hicieron cambiar mi forma de ver las cosas, uno de ellos es una persona que no debería de estar leyendo esto, la otra un viaje, o más bien un país en particular.

Supongo que una de las lecciones que más apliqué desde el momento en el que salí de ese hospital fue la idea de que la zona de confort siempre va a estar ahí pero nosotros no tenemos todo el tiempo del mundo para salir de ella con calma y ver el mundo.

¿Perder el miedo? Es el paso más difícil. A mí personalmente me costó un apéndice.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Y es que el problema no dejan nunca de ser las expectativas

Llevo tiempo preguntándome por qué no soy capaz de escribir por aquí con más regularidad...si el problema es el bloqueo del escritor, engañarme a mí misma diciéndome que no tengo tiempo para hacer o bien no tener nada que decir.

Pero no, creo por no decir que estoy bastante segura de que no se trata de nada de eso porque siempre hay algo que decir, algo que sentir, algo por lo que moverse, el problema es el de siempre, las expectativas.

Y es que ahora mismo, en estos momentos que vivimos, no sólo es necesario tener un currículum perfecta para trabajar de ¿cualquier cosa?, es decir, el otro día vi una oferta de periodista, comercial, azafata, programadora web...necesitamos saber de todo y nuestras redes sociales también tienen que estar a la vista de todos porque no sólo te piden tu CV, también tus enlaces a las redes sociales que tengas...y es en ese momento cuando piensas...qué fotos he subido yo recientemente? ay Dios....

Pero no debería ser así, yo escribo porque me gusta, escribo para mí, sobre mí y de mí, no se trata de un blog sobre nuevas tecnologías o redes sociales, escribo porque de alguna manera lo necesito, es como si  estuviera "sobrecargada" y el hecho de escribir sobre ello me liberara de alguna manera, una forma de soltar tensión, adrenalina, se puede llamar como se quiera.

Entiendo que también necesito un descanso de ser periodista por mucho que se diga que si es vocacional lo eres 24 horas al día...a veces también me gusta ser Marina la que escribe cómo se siente y por qué siente qué cosas.

Supongo que 13 de febrero es una fecha tardía para escribir propósitos pero aún así me propongo ser un poco más yo, escribir sobre mí, sobre él, sobre cosas que me gustan y me hacen feliz y no sobre todas esas cualidades que debería de tener para ser una periodista multitarea 24 horas, de las que no creo que existen y que me apenaría mucho si existieran la verdad, a veces también hay que vivir un poco.

Al fin y al cabo los españoles trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Ahí te dejo Madrid

Llevo todo el mes con una enorme sensación de dejà vu debido a que el año pasado por estas fechas me encontraba en una situación bastante similar, me planteaba cosas parecidas y sí, también me desesperaba un poquito.

Lo cierto es que lo que más ha cambiado desde entonces soy yo puesto que la situación de España ha ido a peor. Curiosamente, a pesar de ser la mayor defensora de la Navidad en mi casa no parece que a Diciembre yo le caiga demasiado bien.

Pues bien, después de meses de ocupación y falta de tiempo me encuentro de nuevo en Valladolid, sin rumbo ni planes y con demasiado tiempo libre para una persona tan hiperactiva como yo. Por supuesto el primer día (28 de noviembre) me desesperé completamente pero ahora empiezo a tomármelo con un poco más de calma porque tengo la sensación de que si no lo hago explotaré sobre quien no debo.

Hasta pronto Madrid

No voy a entrar en detalle respecto a mi situación actual y cómo he llegado a ella, simplemente decir que trabajé meses que aún no he cobrado por un contrato que no se me hizo y que para más INRI me quedan exactamente 14 días para poder cobrar el paro, eso sumado a que mi codo continúa dando guerra y que me tuve que comprar otro ordenador tras caer estrepitosamente sobre el mío en una manifestación no menos estrepitosa hacen que se entienda perfectamente porque le estoy cogiendo manía a diciembre en general y a mi mala pata en particular.

Así y todo, tengo la sensación de que el año 2012 realmente ha merecido mucho la pena por todas las cosas que he aprendido y continúo aprendiendo, he trabajado para todo tipo de personas y he conocido a personas increíbles a su vez, lo que hace que no me arrepienta en absoluto de haber vivido en Madrid, gracias a ellos valió la pena.

A pesar de que el sentimiento inicial fue un cabreo bastante gordo que aún me entra cuando abro la página del diario en cuestión, lo cierto es que mirándolo bien y tal como me dijo Lidia, compañera periodista, posiblemente no siga teniendo ese trabajo porque me espera algo mejor. Y es cierto en parte puesto que es solo una etapa, tal y como han sido las anteriores y no me arrepiento de ninguna de ellas...lo que no quiere decir que no le tenga muchas ganas a algún que otro personaje por supuesto, no van a ser todo buenas personas ¿no?

Bueno pues tal y como reza el título de este post, de momento aparcamos Madrid a un lado, no se sabe por cuanto tiempo todavía pero bueno, ahora mismo no sé muchas cosas. Lo que sí puedo decir que sé es que no me da ningún miedo huir hacia lo desconocido, algo que explica muy bien este enlace que os adjunto ;) Y tú ¿te atreves a soñar?

domingo, 4 de noviembre de 2012

Por las calles de Madrid

Llevo meses intentando retomar el blog...pero la verdad es que no he tenido demasiado tiempo desde mi último post.

La explicación del título es sencilla, la última semana de junio mi tía me mando un mail que la mandó mi su primo en el que se hablaba de un campus de periodismo en Madrid, que empezaba el 5 de julio y era presencial...total que como realmente no perdía nada por intentarlo pues eso, que lo eché. Me contestaron que estaba dentro el día 1 o el 2 así que cómo no, siempre de un modo frenético, me puse a buscar piso desesperadamente.

Tras marear a mis contactos en Madrid (pobres, en serio les compadezco) el mes de julio estuve viviendo con mi amiga Ari, lo que ayudó mucho a que la estancia se me hiciera muy corta ;).

Presentaciones aparte, enseguida me di cuenta de varios hechos. En primer lugar, era de las más mayores de allí puesto que la mitad eran estudiantes de periodismo, luego está el hecho de que se conocían todos entre ellos menos dos o tres...y luego lo gracioso que puede ser verme a mí dar tres vueltas por Gran Vía porque tener la tendencia de guiarse por tiendas de ropa no ayuda en absoluto cuando en una misma calle hay tres h&m´s...

Tras instalarme y empezar el curso nos anuncian que el mes de julio será en Getafe, agosto desde casa y septiembre desde Gran Vía, sí un mes sí un mes no ya vaticinaba que las cosas iban a ser complicadas.

Terminaré mi post de hoy añadiendo sólo que el tercer día que pasé en Madrid acudí a cubrir mi primera manifestación, y sí, me dieron pero bien, pero oye, no todo el mundo es trending topic no? Aunque dadas las circunstancias hubiera preferido y mucho que lo fuera cualquier otra persona.

sábado, 30 de junio de 2012

Motivos por los que no visitar (y menos comprar) en Offi Valladolid

Ayer, me acerqué a Offi Apple Valladolid porque estaban ofertando un serie de productos a buen precio y yo necesito cambiar mi MacBook por cuestiones profesionales. Tras hacer una reserva de un MacBook Pro hemos ido a la tienda a preguntar cómo pagar y las formas de financiación. Cual ha sido mi sorpresa al decirme la dependienta que no se trataba de un ordenador nuevo sino que era uno de exposición y que me pasara más tarde porque tenían que borrar los datos. Todo esto por supuesto no queda reflejado en ningún sitio, ni página, ni reserva ni e-mail de confirmación pero por lo visto yo tengo que suponerlo al tratarse de un producto de la sección de "oportunidades". Me he enterado simplemente porque tenían que formatear el ordenador pero a saber cuántos clientes lo han comprado como si fuera nuevo. Lo más gracioso es que la dependienta afirma que si pone "oportunidades" está claro que puede ser de todo menos nuevo, primera noticia. Para colmo, yo utilizo el ordenador para trabajar y encima para trabajar escribiendo sobre nuevas tecnologías y empresas que venden esos productos. Y lo que ya no entiendo en absoluto es cómo pueden tratar así a sus clientes cuando en breve se abrirá aquí otra tienda de Apple con más y mejores servicios. No me parece que sea el momento adecuado para jugar con los clientes o mejor dicho, reírse de ellos. Me parece denigrante la actitud de Apple Valladolid, tratar así a un cliente que va dispuesto a comprar un producto que vende una calidad y tiene una imagen que la precede y que se encuentre con que se trata de un producto usado por cientos de personas durante un tiempo impreciso. Sinceramente me lo hubiera esperado de cualquier otra empresa, sin ofender a nadie, pero no de Apple. En particular Offi Valladolid perdió ya un cliente. 


Es cierto que no suelo dedicar mi blog a cosas de este tipo pero creo que es importante dar a conocer este tipo de casos para que no les pase a otras personas.




lunes, 7 de mayo de 2012

Decir adiós siempre es difícil

Creo poder decir sin temor a equivocarme que no he tenido precisamente una vida fácil de llevar,
la mayor parte de las veces tengo que ejercer de madre en demasiados aspectos de la misma, en tantos que en ocasiones me gustaría no tener que serlo,
que me abrazaran y que los problemas dejaran de serlo, o dejaran de ser mis problemas para pasar a ser de otro.

Pero aprendí hace tiempo que las cosas así no se solucionan, aunque con apoyo es cierto que todo duele un poquito menos, podríamos decir que anestesia.

Parece que después de todo, de los años, del dolor, ya casi nada puede herirte. Pero es una sensación momentánea, te equivocas terriblemente, parece mentira pero duele incluso más.

Con el paso del tiempo he visto a muchísimas personas irse de mi vida y a otras tantas entrar en ella, a muchas las dejé ir porque sabía que era lo que debía hacer, otras se fueron sin que pudiera evitarlo.

Aún así, queriendo o sin querer o puede que de la persona que menos esperes, las despedidas siempre duelen, que las personas con las que contabas ya no estén en tu círculo de amigos, ni siquiera de conocidos, te hace sentir mal. Procuras pensarlo poco pero cuando lo haces suspirar es inevitable. En ocasiones pasa el tiempo y las cosas se arreglan solas, pero se arregle o no el roto ya nunca vuelve a ser lo mismo.

¿Creer en las segundas oportunidades? Siempre y con los ojos cerrados. ¿El daño hecho se cura? Nunca, ni en toda una vida.